viernes, 12 de junio de 2015

El discurso de las Guerrilla Girls (II)

 

Mujeres en la España del Siglo XXI

Cuando la gente corriente creíamos que el mundo del arte era un espacio de vanguardia donde la igualdad entre hombres y mujeres parecía más lograda que en el resto de la sociedad, la evidencia empírica sigue empeñada en demostrar la vigencia del discurso de las Guerrilla Girls. Por eso, he pensado extender mis observaciones y realizar un sencillo ejercicio analítico para comprobar si en la realidad económica española se perciben signos de desigualdad entre hombres y mujeres. Con tal fin y empleando estadísticas oficiales, he analizado dos aspectos importantes del ámbito socioeconómico: el mercado de trabajo y la participación en centros de poder.  El comportamiento las variables estudiadas permite fraguar una imagen del grado de discriminación por género existente en el entorno español en el ya muy avanzado Siglo XXI.

Para analizar el mercado laboral en función del género he optado por dos indicadores elementales: las condiciones de empleo y las retribuciones salariales. El primer aspecto a considerar es el acceso al empleo entre hombres y mujeres en España, incluyendo también alguna referencia a países europeos. Con tal fin, la brecha de género calculada como la diferencia entre la tasa de empleo masculina y la femenina que se ofrece en el Cuadro 1 permite extraer algunas observaciones de interés. Por un lado, en los países europeos la tasa de empleo masculina es sustancialmente más alta que la femenina. Y, por otro, la distancia se acorta a medida que aumenta el nivel educativo. La diversidad de situaciones entre los 28 países de la Unión Europea hace que las medias sean tan elevadas, por eso he optado por incluir los casos específicos de Francia y Portugal (nuestros vecinos y principales socios comerciales) y Finlandia y Suecia (dos países nórdicos con mejor comportamiento). El caso español es significativo; las diferencias entre hombres y mujeres están entre las más grandes de Europa. Las cifras son próximas a la media de la Unión Europea e incluso en los niveles educativos más elevados las oportunidades de hombres y mujeres en el empleo son muy dispares.

Cuadro 1. Brecha de género (tasa de empleo de hombres – tasa empleo mujeres) según niveles educativos.

 
Nivel  1.
Nivel 2.
Nivel 3.
Finlandia
   9,4
4,8
4,3
Francia
14,2
7,5
5,3
Portugal
11,0
3,8
2,9
Suecia
15,2
6,0
1,7
España
14,7
9,3
6,7
Unión Europea 28
18,6
11,6
6,9

Nivel 1.- Estudios elementales.  Nivel 2.- Estudios intermedios.      Nivel 3.- Estudios superiores.
Fuente: INE (Encuesta Anual de Estructura Salarial)

La otra cara de la moneda es el desempleo y sus diferencias entre hombres y mujeres.  El Cuadro 2 sintetiza las tasas de paro observables para los diferentes países entre hombres y mujeres atendiendo a los niveles de estudios. En España, además de una menor inserción en el mercado de trabajo, las mujeres experimentan mayores tasas de paro, existiendo una considerable diferencia con los países europeos. También los niveles educativos son esenciales. El desempleo es menor entre las personas con estudios superiores. No obstante, las cifras del desempleo para las mujeres de mayor cualificación académica casi triplica la media europea en el mismo estrato.
 
 Cuadro 2.- Tasas de paro por género y niveles educativos.

 
Nivel 1
Nivel 2
Nivel 3
 
MUJERES
HOMBRES
MUJERES
HOMBRES
MUJERES
HOMBRES
Finlandia
18,4
16,3
8,3
9,2
4,1
4,8
Francia
19,9
16,4
10,5
9,7
5,8
6,0
Portugal
16,7
18,0
19,1
15,6
13,9
10,7
Suecia
20,2
17,8
7,3
7,2
4,2
4,7
España
36,4
34,5
27,6
24,3
17,6
14,3
UE-28
18,7
19,4
10,4
9.5
6,9
5,8
Fuente: INE ( Encuesta Anual de Estructura Salarial. 2014)
 
Cartel A.- En Estados Unidos las mujeres ganan 2/3 de lo que ganan los hombres. Las mujeres artistas tan solo ganan 1/3 de lo que ganan los hombres.

 

Las Guerrilla Girls denunciaban en los años noventa que en Estados Unidos el salario de las mujeres era el 66,7 por 100 del masculino. En España, según los últimos datos publicados, el salario medio anual de las mujeres representaba el 76,1 por 100 del masculino; cifra inferior a la del ejercicio precedente. Bien es cierto que las diferencias se hacen menores cuando se consideran situaciones similares en términos de ocupación, contrato o tipo de jornada. Si, tal como se recoge en el Cuadro 3, las ganancias medias anuales se hacen atendiendo al tipo de jornada, las diferencias se acortan. Y, aunque las estadísticas se pueden retorcer tanto como se deseen para resaltar un logro o una deficiencia, en este caso son suficientemente elocuentes para destacar que, independientemente de cómo se mida el salario promedio, en España las mujeres ganan menos que los hombres. La desigualdad se hace más profunda en los niveles más elevados de salarios. Por ejemplo, entre los trabajadores que se encuentran en el escalón más bajo de salarios, el 69 por 100 son mujeres frente al 39 por 100 de hombres.  En el tramo más alto de ganancias el porcentaje se invierte: 25 por 100 mujeres y 75 por 100 hombres.

Cuadro 3.- Ganancia media anual por tipo de jornada (€).

 
Ambos sexos
Mujeres
Hombres
Tiempo completo
26.095
23.674
27.898
Tiempo parcial
10.321
9.988
11.032
Total
22.726
19.537
25.682

 Fuente: INE (Encuesta Anual de Estructura Salarial. 2014).

El hecho de que la distancia salarial entre hombres y mujeres se agrande en los tramos salariales superiores induce a pensar que son las diferencias en los niveles formativos las que explican esta desigualdad. Sin embargo, según los últimos datos publicados, entre los estudiantes matriculados en los estudios universitarios de grado más de la mitad, el 54 por 100, son mujeres; porcentaje similar al que existe en los estudios de máster. La mayor presencia femenina en los estudios universitarios se hizo evidente desde comienzos de los noventa, por lo que el mercado de trabajo ya debía haber reflejado este cambio y habrían debido rebajarse las diferencias en el acceso a puestos de trabajo y retribuciones. Resulta interesante comprobar la “feminización” de determinados estudios como Ciencias de la Salud, Arte y Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas, frente a los estudios de Ingeniería y Arquitectura que persisten mayoritariamente masculinos (Cuadro 4).
 
Cuadro 4.- Estudiantes matriculados en Grado por sexo (%). Curso 2013-2014

 
Hombres
Mujeres
Ciencias Sociales y Jurídicas
39,1
60,9
Ingeniería y Arquitectura
73,9
26,1
Arte y Humanidades
38,4
61,6
Ciencias de la Salud
29,9
70,1
Ciencias
47,4
52,6
Total
45,7
54,3

Fuente: Ministerio de Educación.

La orientación hacia el sector público de las áreas de conocimiento con predominio de mujeres (medicina, judicatura, enseñanza…), frente a los estudios con mayoría masculina más volcados al sector privado, puede explicar una de las razones de la divergencia existente en los estratos de mayor retribución, avalando la escasa presencia de mujeres en puestos de liderazgo y de alto nivel retributivo. Aunque el objetivo de esta reflexión no es abordar las causas explicativas de esta discriminación, sí creo interesante revisar someramente la presencia femenina en los centros de poder, tanto los políticos como los económicos; aspecto que refleja bien la capacidad de tomar decisiones con repercusiones económicas y sociales.

 Cartel C.- En Nueva York las compañías de autobuses son más progresistas que las galerías de arte. Porcentaje de mujeres en los siguientes puestos de trabajo: conductoras de autobús, comerciales, directivas, carteras, artistas representadas en las 33 galerías importantes de NY, conductoras de camiones, soldadoras.
 


En el ámbito empresarial, la presencia femenina en los cargos directivos ronda el 20 por 100, aunque si se analiza la composición de los consejos de administración de las empresas que integran el IBEX-35 (índice bursátil español formado por las 35 empresas de mayor liquidez que cotizan en las 4 bolsas españolas) las mujeres ocupan el 18 por 100 de los puestos (incluso en dos empresas, Sacyr y Técnicas Reunidas no hay mujeres en sus consejos de administración). Por lo tanto, si consideramos que más del 50 por 100 de la población española con estudios universitarios son mujeres, la toma de decisiones que implica el acceso al poder económico también está limitada para las mujeres.

La participación de las mujeres en los ámbitos de poder político, aunque ha mejorado en los últimos años, también está lejos del objetivo marcado por la Ley Orgánica 3/2007 que busca la presencia equilibrada de hombres y mujeres en cargos y órganos de responsabilidad políticas (porcentajes entre el 40 y el 60 por 100 por sexo). Tanto en el Consejo de Ministros con 4 mujeres entre sus 13 miembros, la composición del Parlamento en el que únicamente la presencia femenina alcanza el 35 por 100 o las ejecutivas de los partidos con un 34 por 100 de mujeres (las disparidades entre  partidos son amplias, desde el PSOE con 45 por 100 a Esquerra Republicana de Catalunya con un 18,6 por 100) reflejan el bajo peso de las mujeres en los centros de poder político.
  
 
En síntesis, las diferencias entre hombres y mujeres en España son relevantes. Tanto en lo que se refiere a las opciones laborales, como en las retribuciones hay claros signos de discriminación. También el acceso al poder, tanto económico como político, aparece significativamente limitado para las mujeres. No se trata únicamente de una cuestión reivindicativa de género, sino que como pone de manifiesto una institución tan poco sospechosa como la Comisión Europea “un modo de mejorar la competitividad de los países europeos es lograr un mejor equilibrio entre hombres y mujeres en los puestos de toma de  decisiones económicas y políticas”.  Por eso, el mensaje del cartel de las Guerrilla Girls con las gomas de borrar para eliminar toda discriminación debe ser defendido; si  las razones morales no son convincentes, ténganse en cuenta los argumentos de eficiencia económica. Todos saldremos ganando¡¡¡