En la visita de hoy al museo Reina Sofía de Madrid continúo
con el planteamiento de la entrada anterior, buscando un hilo conductor entre
dos obras. Se trata, me permito recordar, de recorrer el museo con una mirada
lúdica que, al tiempo, nos permita reflexionar sobre aspectos sociales y
económicos de nuestra realidad.
Nexo 3.- La moda.
“Mujer con abanico”.
1916 y “Retrato de Tristán Tzara”. 1923
Estos dos cuadros están en la misma sala, uno enfrente del
otro, facilitando la contemplación al espectador. La primera obra “Mujer con abanico” fue realizada por la
pintora María Blanchard en París. Esta artista, nacida en Santander, tuvo una
vida dura. Durante el embarazo su madre sufrió un accidente al bajarse de un
coche de caballos y María nació con importantes limitaciones físicas. Desde pequeña
mostró interés por el dibujo y su familia, especialmente su padre, estimuló su
vocación artística. Para ella, mujer menuda y contrahecha, el arte fue un medio
para superar las restricciones, tanto físicas como sociales, impuestas por sus
condiciones físicas.
Las burlas de los alumnos cuando obtiene una plaza como
profesora de dibujo en Salamanca y el rechazo social que siente en los círculos
culturales de Madrid, animan a la pintora a instalarse en París. Allí
experimenta la mayor libertad creativa en el entorno vanguardista que bullía en
esa ciudad. Amiga de Juan Gris o de Picasso, entre otros artistas, el cuadro es
heredero de la tradición cubista. Una mujer, descompuesta en planos, pero sin
perder un último resquicio figurativo, está sentada sosteniendo un abanico
amarillo; centro de la obra alrededor del cual giran las formas y el color.
Justo enfrente, el Retrato de Tristán Tzara del año 1923 y
pintado por Robert Delaunay otorga todo el protagonismo a la bufanda que luce
el retratado. Tristán Tzara era un poeta francés de origen rumano, creador del dadaísmo;
movimiento artístico que ponía al absurdo en el centro de la creación y que se
gestó en el Cabaret Voltaire de Zurich. A este respecto, como anécdota, quiero
señalar que en el año 2008 las autoridades locales de la ciudad quisieron
cerrar el local. La presión de los ciudadanos condicionó la celebración de un
referéndum; el 65 por 100 de los votantes decidió que el local siguiera abierto
y hoy sigue no sólo existiendo, sino funcionando como centro cultural.
Retornando al cuadro, la bufanda que luce Tristán Tzara fue
un diseño de la mujer del pintor, Sonia Delaunay, quien además de pintora fue
una creadora de ropa de reconocido prestigio. Uno de los viajes del matrimonio
por España coincide con el estallido de la Primera Guerra Mundial;
circunstancia que les obliga a fijar durante un tiempo su residencia en Madrid.
En esta ciudad, en la calle Columela, Sonia Delaunay abre una tienda de modas,
famosa por sus diseños modernos y coloristas, que vistieron entre otras, mujeres
de las altas capas sociales, especialmente las de la burguesía intelectual,
como Zenobia Camprubí, esposa de Juan Ramón Jiménez.
Existen otros ejemplos paradigmáticos de fuerte conexión
entre pintura y moda. Por citar algunos de los más famosos señalaré dos. Por un
lado, el del pintor Gustav Klimt y su amante, Emilie Flöge, y por otro, el de
Salvador Dalí y Elsa Schiaparelli. Si Emilie Flöge vistió con sus creaciones a
la aristocracia vienesa y centroeuropea de comienzos de siglo XX, la ropa de
Elsa Schiaparelli se lució en el París de entreguerras y en la sociedad burguesa
norteamericana de los cuarenta. En los dos casos, diseñadoras y pintores
ofrecen una influencia recíproca en sus creaciones.
Al hilo de estas creaciones artísticas, en las que el abanico
y la bufanda son los ejes vertebradores de los cuadros, no me resisto a
aventurar una pequeña reflexión sobre la importancia de la moda en la economía.
No resulta sencillo valorar el impacto de este sector, pues se trata de un
conjunto múltiple de actividades que van desde la transformación de materiales
naturales (algodón…) o artificiales (poliéster…), la fabricación de
tejidos y otras ramas económicas
relacionadas, como la fabricación de calzado, accesorios, relojes o cosmética,
por citar algunos ejemplos. Esta complejidad hace que, dependiendo de las ramas
contempladas, los datos presenten divergencias.
En términos generales, según cifras del Ministerio de Industria, la industria de la moda ocupa en
España alrededor de 130.000 personas, suponiendo aproximadamente el 4 por 100
del empleo total generado en los sectores industriales. Ese peso es
sustancialmente mayor si consideráramos los puestos de trabajo en los servicios
relacionados con la moda, como la distribución y venta de productos de moda. Además,
se trata de un sector fuertemente interrelacionado con otros como la
construcción, otras ramas industriales (química…) o servicios (almacenamiento,
transporte, publicidad…). Así pues, mientras la moda aporta el 5 por 100 del
producto interior bruto generado en España por la industria, su peso se
triplica en el comercio (el 15 por 100 de la actividad comercial en España
corresponde a las empresas de moda).
En España existen casi 20.000 empresas censadas en la industria
de la moda; cifra sustancialmente mayor si se incluyeran datos de firmas de
bisutería, joyería o complementos de todo tipo. La mayor parte de las empresas
son de pequeño tamaño, es decir con menos de 250 trabajadores, pero existen una
docena de empresas de gran tamaño (Inditex, Pronovias, Cortefiel, Mango…), muy
activas en los mercados internacionales. De hecho, España es el cuarto país
exportador de moda en la Unión Europea después de Francia e Italia; países que
lideran el mercado del lujo y Alemania que domina el segmento medio.
Cuadro 1.- Número de empresas de moda en España.
Confección
|
Textil
|
Calzado
|
Cuero
|
8.578
|
6.125
|
3.586
|
1.152
|
La mayoría de las empresas de moda en España tienen un tamaño
pequeño y únicamente 15 pueden ser consideradas grandes (más de 250
trabajadores en plantilla). Entre éstas, al menos dos tienen gran proyección
internacional. Por un lado, el caso de PRONOVIAS, con presencia en 90 países y
líder del mercado nupcial. Y, por otro, INDITEX la empresa que fundara Amancio Ortega y que
es la mayor empresa textil del mundo. Por ello, no sorprende que en las mejores
escuelas de negocios del mundo se estudie el modelo empresarial de Inditex.
Otras como Mango o Cortefiel también cuentan con amplia presencia en los
mercados mundiales.
Cuadro 2.- Las mayores empresas europeas de moda.
Puesto
|
Nombre Empresa
|
País
|
1
|
Inditex
|
España
|
2
|
LVMH
|
Francia
|
3
|
H&M
|
Suecia
|
4
|
Hermés
|
Francia
|
5
|
Rolex
|
Suiza
|
6
|
CFR
|
Suiza
|
7
|
Chanel
|
Francia
|
8
|
Dior
|
Francia
|
9
|
Luxottica
|
Italia
|
10
|
Kering
|
Francia
|
En otras palabras, aunque existen casos empresariales de
indudable éxito, la industria de la moda española en su conjunto tiene
dificultades para competir en el mercado mundial y ello por varias razones. Por
un lado, por su especialización en el segmento de bajo coste, donde la
competencia de países asiáticos es muy fuerte. Y, por otro, por el pequeño
tamaño de las empresas que limita su potencial innovador. Las empresas
industriales de la moda necesitan definir nuevas estrategias para sobrevivir en
un espacio internacional de intensa competencia, apostando por espacios de
mercado más especializados, como están haciendo, por ejemplo, las firmas del
calzado.
Retornando al binomio arte-moda, me parece interesante
destacar el papel jugado por la fotografía. Sin entrar a valorar el impacto
económico de la publicidad en la moda (desfiles, revistas…), en las campañas
publicitarias, auténtico motor de difusión de la moda, el papel creativo del
fotógrafo es clave. La transformación de la imagen de un producto para el
mercado en obra de arte es el resultado del trabajo artístico y técnico del
fotógrafo. Así, Henri Cartier-Bresson fotografió en múltiples ocasiones a referentes de la moda internacional como Coco Chanel o Cristobal Balenciaga, por lo que su trabajo facilitaba la difusión de las correspondientes casas de moda al tiempo que reforzaba el papel social de esos grandes modistos
En la actualidad, fotógrafos como el peruano Mario Testino o
la norteamericana Annie Leibovitz, Premio Príncipe de Asturias en 2013, se
encuentran entre los diez más cotizados del mundo y sus trabajos no sólo
conforman las portadas de las revistas más prestigiosas de moda, sino que se
pueden contemplar en museos y galerías de arte contemporáneo. El impacto de la
moda es tan relevante que no sorprende que Michelle Obama, esposa del anterior
presidente de Estados Unidos, fuera portada, en varias ocasiones, de una
conocida publicación especializada; algo que ya hicieran en su día otras
mujeres de presidentes norteamericanos como Nancy Reagan.
Así, el mundo de la moda captura a famosos provenientes del
mundo del espectáculo, del futbol o de la política, por citar los casos más
sobresalientes, y los convierte, de la mano de los artistas fotógrafos, en
iconos sociales a los que buscamos parecernos. Por ello, las palabras de John
Galliano (referente en los años noventa en la casa Dior), adquieren todo su
sentido: “La alta costura tiene dos
cometidos: vestir a una minoría y hacer soñar a la mayoría que busca acceder a
aquélla a través de un pintalabios”.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAdmirable tu capacidad para analizar y hacer una síntesis entre el arte y otras actividades, sin duda alguna siempre relacionadas.
ResponderEliminarEstos días podemos disfrutar de una exposición de Paco Rabanne en Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y próximamente Sonia Delaunay en el Thyssen. Gracias Montse
Gracias a ti, Paloma. Me anima mucho que una fotógrafa como tú, tan relacionada con el mundo de la moda, encuentre interesante mi reflexión. No me gustaría perderme las exposiciones que me recomiendas; dos grandes artistas, desde vertientes diferentes.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuerida Montse,
ResponderEliminarcomo siempre tu artículo me parece profundo y extraordinario y lleno de detalles para tomar apuntes, es decir, otra tarea pendiente para ir al Reina Sofía y observar ésos dos cuadros en directo.
Me parece una muy buena aproximación la que haces al mundo de la moda y a la industria actual en España, a quién no le interesa!, y a la pincelada que haces a la fotografía que en ése ámbito es muy amplia.
Muchas gracias Carolina. Me siento muy gratificada por tu apoyo. Al preparar este artículo me he asomado a la estrecha relación entre la fotografía y el mundo de la moda; además del potencial económico impresiona el impacto social que generan.
Eliminar¡Cuánto me gustaría contar con tus conocimientos! Intentaré convencerte para escribir algo.