Un verano más he disfrutado del museo del Prado. La
exposición temporal “Velázquez, Rembrandt, Vermeer. Miradas afines” ha
concentrado casi toda mi atención. Si mis primeras visitas estuvieron motivadas
por el placer inefable de contemplar las obras de esos tres maestros, las
siguientes tuvieron un desafío: desentrañar las razones de mi desacuerdo con el
hilo argumental de la exhibición. Se trataba, en definitiva, de una estupenda excusa
para saborear los trabajos de esos grandes artistas; en El Prado no hay una mínima representación
de los dos pintores holandeses (existe un cuadro de Rembrandt y ninguno de
Vermeer).
No tengo bagaje artístico para debatir con los expertos su
tesis de que “el uso del arte como argumento para afirmar la singularidad de
las naciones ha sido utilizado de forma exagerada”, pero en las distintas visitas
iba madurando la idea de que en el pasado de España y Holanda están algunas de
las raíces explicativas de la distancia actual entre ambos países. Y, algunos
de esos factores se me mostraban en la comparativa de las obras, tal como están
agrupadas en la exposición.
En la actualidad, aunque España y Holanda son países
desarrollados pertenecientes a la Unión Europea, desde una óptica
económico-social existen sustanciales diferencias entre ellos. Empleando datos
del informe anual sobre la competitividad mundial, lo primero que llama la
atención es la distancia en términos de potencial económico. Entre 140 países
analizados, Holanda ocupa el puesto sexto, mientras España está dieciocho
posiciones por abajo (puesto 26). No podemos olvidar que un país más competitivo genera mayor riqueza
para su población y además su reparto es más igualitario.
Según el indicador del producto interior per
cápita, la población holandesa goza de una renta casi el doble de la española y
está mejor distribuida (índice de Gini*). También hay diferencias por lo que a
desempleo se refiere; la tasa de paro es casi cuatro veces superior en España
que en Holanda (tabla 1).
Tabla 1.- Una comparación económica España-Holanda. 2018
España
|
Holanda
|
|
PIBpc (en
dólares)
|
28.359
|
48.346
|
Tasa de
desempleo (%)
|
17,2
|
4,8
|
Índice de Gini
(*)
|
28,2
|
36,2
|
(*) Este indicador tiene un rango de valores entre 0
(Igualdad) y 100 (desigualdad). Por ello, un valor alto supone una mayor
desigualdad.
Nicolás MAES. Anciana bendiciendo la mesa. 1656 |
Las obras de Nicolás MAES, Felipe RAMÍREZ y Pieter CLAESZ me parecieron muy elocuentes para ilustrar la diferencia en términos de riqueza que, ya hace tres siglos, existía entre ambos países.
Felipe Ramírez. Bodegón con cardo. 1628 |
Pieter CLAESZ. Naturaleza muerta con pastel de pavo. 1617 |
La economía no es una ciencia exacta y, pese a la amplitud
del estudio, el índice global de competitividad no es más que una foto
aproximada del funcionamiento de las instituciones y su incidencia en los
niveles de productividad; determinantes del bienestar de cada sociedad. Lo
interesante de esa metodología es que facilita una ordenación de los países
según una multiplicidad de factores - económicos, políticos y sociales. La
tabla 2 recoge una sencilla comparativa entre España y Holanda. Los datos son
elocuentes: el entorno para la actividad económica (justicia, educación,
empresas…) es menos favorable en España que en Holanda.
Tabla 2.- Posiciones de España-Holanda según algunos
componentes del índice global de competitividad.
España
|
Holanda
|
|
Variables
institucionales
|
||
Independencia
judicial
|
59
|
4
|
Corrupción
|
38
|
8
|
Formación
y nuevas tecnologías
|
||
Años de
escolarización
|
60
|
27
|
Usuarios
internet
|
27
|
12
|
Habilidades
digitales de la población
|
71
|
4
|
Cualificación
mano de obra
|
41
|
15
|
Capacidad
innovadora
|
||
Gastos I+D
|
31
|
19
|
Patentes
|
27
|
11
|
Dinamismo
empresarial
|
||
Tiempo creación
empresas
|
81
|
8
|
Actitud
empresarial hacia el riesgo
|
86
|
7
|
Empresas
innovadoras
|
96
|
9
|
Sin ánimo de ser determinista, en el pasado pueden
encontrarse explicaciones para este presente. Y, es aquí donde la exposición me
ofreció algunas claves.
El geógrafo de Vermeer se nos presenta ricamente vestido y en un interior confortable. En claro contraste, el matemático Demócrito de José de Ribera viste casi unos harapos; una muy diferente consideración del científico en las dos sociedades. No estoy afirmando que la menor capacidad innovadora actual de España frente a Holanda se deba, únicamente, a la distinta importancia que ambas sociedades otorgaban a los científicos en el pasado, pero es ilustrativa la comparación de los datos de hoy y la representación pictórica de los hombres de ciencia en el pasado; la pobreza de la ciencia, en España, viene de lejos.
José de RIBERA. Demócrito. 1630 |
J. VERMEER. El geógrafo. 1669 |
El geógrafo de Vermeer se nos presenta ricamente vestido y en un interior confortable. En claro contraste, el matemático Demócrito de José de Ribera viste casi unos harapos; una muy diferente consideración del científico en las dos sociedades. No estoy afirmando que la menor capacidad innovadora actual de España frente a Holanda se deba, únicamente, a la distinta importancia que ambas sociedades otorgaban a los científicos en el pasado, pero es ilustrativa la comparación de los datos de hoy y la representación pictórica de los hombres de ciencia en el pasado; la pobreza de la ciencia, en España, viene de lejos.
La proliferación de mercaderes en la pintura holandesa, desde
la maravillosa obra de Rembrandt con los oficiales del gremio de pañeros de
Amsterdam hasta el retrato del comerciante de seda de Carel Fabritius,
contrasta con la casi ausencia de estos burgueses en el arte español de la
muestra.
De hecho, el único retrato presente, pintado por Murillo, es de un comerciante flamenco, aunque asentado en Sevilla. Y, sin embargo, es destacable la relevancia del alto funcionariado de la monarquía en el espléndido retrato de Velázquez.
La elevada consideración del comerciante en Holanda se contrapone con la del alto funcionario en España; una imagen clara de las diferencias en la composición de las élites sociales en ambos países en el siglo XVII. Y, con algunos matices, en la sociedad española de hoy persiste esa menor estima del papel social del empresario, por lo que no sorprenden los resultados que figuran en el cuadro 2.
REMBRANDT VAN RIJN. Los síndicos. 1662 |
Carel FABRITIUS. Mercader de seda, 1649 |
De hecho, el único retrato presente, pintado por Murillo, es de un comerciante flamenco, aunque asentado en Sevilla. Y, sin embargo, es destacable la relevancia del alto funcionariado de la monarquía en el espléndido retrato de Velázquez.
D. VELÁZQUEZ. D. Diego del Corral |
La elevada consideración del comerciante en Holanda se contrapone con la del alto funcionario en España; una imagen clara de las diferencias en la composición de las élites sociales en ambos países en el siglo XVII. Y, con algunos matices, en la sociedad española de hoy persiste esa menor estima del papel social del empresario, por lo que no sorprenden los resultados que figuran en el cuadro 2.
En suma, independientemente de las similitudes entre el arte flamenco y el español en la Europa del diecisiete, tal como se
argumenta en esta exposición, lo que aparece con claridad es que los artistas
en ambos territorios nos muestran unas muy claras diferencias económico-sociales. En esta reflexión se han ignorado múltiples factores (el papel de la religión, las prioridades educativas, el funcionamiento de la justicia, los valores dominantes en la sociedad, por ejemplo la permisividad ante comportamientos corruptos ...). Sin embargo, no parece aventurado afirmar que, en el camino de los países, las pisadas de hoy se apoyan en las huellas del pasado y Holanda nos saca una considerable distancia.
¡Qué interesante tu análisis Montse!Después de haber tenido la suerte de disfrutar de esta exposición,tu visión me aporta elementos que a mí, centrada casi exclusivamente en lo artístico, me habían pasado inadvertidos. Me interesa especialmente que ante una exposicion titulada "Miradas afines" tú hayas mostrado tu mirada "divergente",fenomenalmente argumentada por otra parte.
ResponderEliminarMuchas gracias por ayudarme a ver más allá. Espero impaciente tu próximo artículo.
Aunque no aparece tu nombre (misterios de la tecnología), agradezco mucho tus palabras Fabiola. Nuestros comentarios sobre esta exposición, en tu visita a Madrid, me ayudaron mucho para esta entrada. Gracias a ti y ya debes ir preparando el siguiente viaje para la nueva exposición del Prado.
ResponderEliminarOlá Montse
ResponderEliminarPor cá, continuo a ler e a encantar-me com os teus textos!
Bom Dia, Mario João!!! Gracias por tu comentario. Eres mi lector portugués favorito (bueno, creo que eres el único) y me hacen mucha ilusión tus palabras.
ResponderEliminar"De aquellos polvos vienen éstos lodos" me ha gustado el trabajo qué haces y efectivamente cuando ahora miramos no sin cierta envidia a la ciudadanía de determinados países, seguimos sin embargo sin apoyar nuestra educación, ciencia y respeto por lo social y público. Miguel Angel
ResponderEliminar¡Bienvenido, Miguel Angel! Te agradezco mucho, no solo que dediques tu tiempo a este blog, sino que te animes a formar parte de esa, por otra parte, pequeña comunidad de participantes.
ResponderEliminarMargaret Mc Millan (gracias por tu recomendación) en la página 13 de "Juegos peligrosos: usos y abusos de la historia", nos ofrece un pensamiento que yo suscribo en su totalidad y que, aunque largo, transcribo literalmente:
"La historia es un estanque, a veces benigno, a menudo virulento, que yace debajo del presente, dando forma silenciosamente a nuestras instituciones, nuestra manera de pensar, nuestros gustos y aversiones".
GRACIAS.