Una joya en el camino: el museo de Vilafamés (Castellón)
Días
atrás, un anuncio atrapó mi atención. Se ofrecía al potencial viajero el placer
de visitar Australia con el paraguas del adjetivo “Fascinante”. El precio no
era barato: desde 2.500 euros y ya se sabe que el empleo de este adverbio
significa que la cifra será sustancialmente mayor. Sin embargo, lo que llamó mi
atención no fue el precio, sino la duración: 12 días, 8 noches. ¿Quién se
marcha al otro lado del mundo para pasar una semana? Me dije que no hay
aventureros capaces de semejante hazaña. No pude evitar preguntar. Mi sorpresa
fue mayúscula: quedaban ya pocas plazas. Admito mi derrota…
Después
de esto, escribir sobre el placer de un viaje a un pequeño pueblo de Castellón,
Vilafamés, va a hacer huir a mis amigos lectores, porque mi aventura se centra
en el descubrimiento de un interesante museo de arte contemporáneo (Macvac),
instalado en un edificio del siglo XV a los pies del castillo. La atmósfera de
las salas y la ausencia de visitantes me hicieron sentir como si hubiesen
abierto las puertas únicamente para mí, dejando que gozara de las obras a mi
antojo. La colección es representativa del arte español desde la segunda mitad
de siglo XX hasta la actualidad y, de manera paulatina, las piezas me llevaban
a recordar las grandes etapas de la economía y de la sociedad española en los
últimos seis decenios. Al celebrarse este año el trigésimo aniversario de la
entrada de España en la Unión Europea, he optado por repasar algunos rasgos
sobresalientes de la economía y de la sociedad española de aquellos momentos en
los que Europa representó la puerta a una esperanza común y, en la medida de lo
posible, comparar los resultados con la situación actual.
Jesús Castello. Opresión. 1974 |
El
asesinato de Carrero Blanco y la intensa crisis petrolera del año 1973
fueron dos hechos relevantes que
marcaron la situación de España de comienzos de los años setenta. Por un lado,
se hacía evidente, en el ámbito político, la necesidad de fraguar el proceso de
transición hacia otro sistema. Y, por otro, en la esfera económica se
agudizaba una crisis de gran calado, con una débil industria de bajo contenido
tecnológico y de alto consumo energético. La intensa descomposición política de
un régimen que terminaría con la muerte del general Francisco Franco en noviembre
de 1975, tuvo su punto álgido en las cinco penas de muerte ejecutadas dos meses
antes, el 27 de septiembre del mismo año. De ahí que la escultura en piedra de
Jesús Castello resulta suficientemente explicativa de los últimos
zarpazos de un régimen en el límite de la extinción.
En
la sociedad española se respiraba un deseo vehemente de cambio. A comienzos de
1976 una encuesta realizada por el entonces Instituto de Opinión Pública
mostraba que el 75 por 100 de los españoles deseaba una forma democrática de
gobierno; diez años antes, el 55 por 100 respondía ante la misma pregunta: No
sabe, no contesta. Esa marcha hacia la democracia se fragua de la mano de una
nueva élite. Tanto en la esfera política como en los medios de comunicación
surgen nuevos personajes con notoriedad pública que son la cara visible del
cambio.
El artista José Luis Verdes conoció
muy bien a esa élite, especialmente a la periodística pues no en vano tuvo un
contacto muy directo con el periódico El País, por eso en la obra aquí
seleccionada se percibe no sólo la estética de esa clase social que llegaba al
poder, sino que mediante las sombras de la figura central nos evoca a todos
aquéllos que permaneciendo invisibles
para los ciudadanos, fueron artífices centrales en el diseño y ejecución del
nuevo rumbo político.
Desde
finales de los años setenta la puerta de Europa se vislumbra como la salida
natural para un país en fase de transformación. El gobierno de Adolfo Suárez
solicita la apertura de negociaciones con la entonces Comunidad Económica
Europea en el año 1977 y dos años después se inician formalmente las
negociaciones que culminarán en la firma del Tratado de Adhesión en Junio de
1985. La escultura en hierro de Ricardo Ugarte de Zubiarraín ilustra ese deseo
de volar de la sociedad española, para la que se comenzaba a hacerse realidad
aquella frase de Ortega y Gasset: España, como problema. Europa, como solución.
Ricardo Ugarte de Zubiarraín. Aleteo. 1978 |
La
entrada en el club europeo alentaba el
optimismo de ver culminado el proceso de normalización de las relaciones
internacionales de España. Sin embargo, al igual que en la obra de Ugarte el
espíritu de libertad del metal está atrapado en su pedestal, la intensa crisis
económica que vivía el país, con cifras de desempleo y de inflación antes
desconocidas, hacía temer la integración en el espacio europeo. Parece evidente
que existían reticencias en la sociedad española ante la entrada en Europa,
pues más del 70 por 100 de los españoles opinaba que hablaba poco o nada de la
Comunidad Europea con familia y amigos, frente a un 29 por 100 que afirmaba
discutir mucho o bastante sobre el tema.
Así,
a las puertas de la total incorporación a la Comunidad Europea en enero de
1986, la sociedad española tenía entre sus preocupaciones principales los
problemas económicos (paro, crisis e inflación) y el terrorismo, si bien
mostraba una inquietud significativa por las relaciones exteriores del país
ante la inminente pertenencia a Europa y la convocatoria del referéndum sobre
la permanencia en la OTAN que se celebraría meses después (casi la mitad de los
ciudadanos pensaba que la incorporación a Europa implicaría mejor trato para
España en el escenario internacional). Según los datos del cuadro 1, hoy persisten
las inquietudes derivadas de la crisis económica (paro, problemas en general,
sanidad, educación…), desaparece el terrorismo y aparecen las inquietudes
relacionadas con la corrupción y el fraude.
Cuadro
1.- Los problemas más relevantes para los españoles según el Centro de Investigaciones
Sociológicas (CIS).
Orden de los problemas
|
1985
|
Mayo
2015
|
Primero
|
Paro
|
Paro
|
Segundo
|
Terrorismo de ETA
|
Corrupción y Fraude
|
Tercero
|
Crisis económica
|
Problemas económicos
|
Cuarto
|
Orden Público
|
Los políticos y la
política
|
Quinto
|
Seguridad Social
|
Sanidad
|
De
hecho, aunque la crisis que atravesaba la economía española en 1985 era de gran
calado y exigió medidas de alto coste social (reconversiones industriales,
revisión del sistema de Seguridad Social…), la percepción de los españoles
sobre la situación económica era bastante más positiva que en la actualidad. La
sensación de crisis estaba más mitigada; hoy existen cuatro veces más españoles
que valoran el entorno económico como muy malo en relación a los que los hacían
treinta años antes. Conclusión parecida, aunque más agravada, se obtiene en la
valoración de la situación política (Cuadro 2).
Cuadro
2.- Valoración del panorama económico y político (%)
Situación económica
|
Situación política
| |||
1985
|
Mayo 2015
|
1985
|
Mayo 2015
| |
Muy buena
|
1
|
0
|
1
|
0,2
|
Buena
|
9
|
2,7
|
21
|
2,7
|
Ni buena ni
mala
|
44
|
24,8
|
47
|
17,7
|
Mala
|
34
|
42,3
|
13
|
34,4
|
Muy mala
|
7
|
29,8
|
4
|
42,1
|
Entre
las posibles explicaciones al pesimismo actual apunto dos. Por un lado, el
fuerte deterioro de la clase política y, por derivación, de la política en
general ante la extensión de los casos de corrupción que minan la credibilidad
de las instituciones vitales en un sistema democrático. Por otro, el azote de
la crisis económica con claro deterioro de una renta que se viene reduciendo
paulatinamente desde 2007. No podemos olvidar que al comienzo de la crisis la
renta per cápita de los españoles era un 70 por 100 más elevada que en 1985 y
desde entonces se está reduciendo de manera significativa. En otras palabras,
en 1985 en el balance pesaban más los logros que los fracasos. La sociedad,
aunque golpeada por el terrorismo de ETA, valoraba los avances en materia de
libertad y democracia. Así, la entrada en Europa era contemplada como el logro
de un anhelo histórico. Por su parte, en 2015 la conjunción de una triple
crisis: económica, política y social ha desembocado en un sentimiento de
frustración colectiva. Los partidos tradicionales se han visto superados por
las circunstancias y nuevas organizaciones, surgidas desde los movimientos y
las redes sociales, están configurando un espacio político de mayor
complejidad. El tiempo nos irá diciendo si el multipartidismo sentará las bases
para el remedio y la renovación exigidos
por la sociedad española.
La
contemplación de los dos grupos de personas huyendo en sentidos opuestos y esa
brecha central que se agranda cada vez más del cuadro de Juan Genovés, me llevó
de inmediato a pensar en la separación ideológica que se observa en la sociedad
española. Los datos parecen avalar esa tesis.
Cuadro 3.- Posición ideológica de los españoles (%)
1985
|
Mayo 2015
| |
Izquierda
|
14
|
37
|
Centro
|
39
|
34
|
Derecha
|
17
|
12
|
NS/NC
|
30
|
17
|
Si en 1985, la sociedad española
se definía mayoritariamente de centro con una franja casi similar a cada lado
del espectro político, treinta años después, los españoles se sienten más
cercanos a posiciones de izquierdas, observándose una clara disminución en los
segmentos que se consideran de centro o de derecha. Por ello, y aunque casi un
tercio no se definía políticamente en el año 1985, no parece descabellado
sostener que, como en la pintura de Genovés, el equilibrio de la banda central
se debilita con la huida de los ciudadanos en direcciones contrarias, como si resultase imposible mirarse de frente
y establecer una discusión sosegada.
Alfredo Alcaín. Altar de un pueblo español. 1970 |
Según se muestra en el cuadro 4, en
la actual sociedad española ha crecido el número de personas que se consideran
ateas, no creyentes o practicantes de otras religiones en estos últimos treinta
años. Sin embargo, la mayoría sigue definiéndose como católica, aunque en menor
grado (70 por 100 frente al 89 por 100 de 1985). En todo caso, en mi opinión ese
sustrato católico tiene más un carácter sociológico que exclusivamente
religioso, pues la población que se declara practicante habitual ha decaído desde el 59 por 100 en 1985 hasta el 15 por 100 de la actualidad.
Cuadro 4.- Autodefinición religiosa (%).
1985
|
Mayo 2015
| |
Católico
|
89
|
70
|
Otras religiones
|
1
|
3
|
No creyente
|
5
|
16
|
Ateo
|
Sin datos
|
9
|
Indiferente
|
5
|
2
|
no sorprende que los grandes triunfos de un equipo de futbol se celebren,
entre otros actos, con la visita a la
iglesia del patrono local para ofrendarle el trofeo o que las fiestas de
pueblos y ciudades tengan como motivo una advocación religiosa.
Ahora
que llega el verano os propongo el entretenido pasatiempo de revisar los
programas festivos; entre bailes amenizados por orquestas de nombres
singulares, juegos variados, toros y comidas populares, casi siempre, se
encuentra el apartado de procesiones solemnes. A pesar de que en 1985 el 63 por
100 de los españoles creían que la entrada en Europa sería muy beneficiosa para
la cultura y el 71 por 100 pensaba que aumentaría el nivel cultural, el panorama veraniego en pueblos y playas españoles
no parece avalar estas proyecciones. El invierno no es mejor, pero al menos
hace más frío y el ruido molesta menos¡¡¡
Didáctico y sorprendente. Arte, economía y nuestra historia más reciente. Me encanta!!!
ResponderEliminarGracias Concha. Tu comentario es un impulso para continuar.
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ResponderEliminarLa tecnología me supera, primero se me triplica el comentario y luego he borrado todo.
ResponderEliminar¡Bonita clase! , me parece que echas de menos a tus alumnos, pero no te preocupes, aquí estamos nosotros. Me ha sorprendido que los problemas sociales no hayan cambiado en 30 años.
No estoy de acuerdo con tu pesimismo en el tema cultural, creo que se ha avanzado desde el 85.
Tal vez llevas razón Lola; mis reflexiones tienen un eco de antiguas clases. Gracias por estar ahí. Y, sí, soy bastante pesimista acerca del avance cultural de la sociedad española.
EliminarUna vez más nos ha parecido un privilegio gozar con tu trabajo, con el que estamos totalmente de acuerdo. Vemos que desde nuestra juventud ha habido muchos cambios fundamentales pero algunos problemas parece que vuelven ha hacerse presentes en nuestra sociedad sin que aprendamos a frenarlos a tiempo. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias por recibir mis escritos con ese espíritu; el privilegio es para mí.
EliminarQuerida Monse, te encuentro a faltar en Gabriela Mistral 16, siempre fueron unos encuentros muy agradables, espero que nos veamos a la vuelta de verano.
ResponderEliminarTus escritos en el blog es un deleite, como partiendo de las obras de un museo sencillo de un pueblo de levante no haces un análisis profundo de la situación económica, social y política actual, en mi reflexión estoy de acuerdo contigo, quienes mueven los hilos de estos pilares son los personajes a veces invisibles para el común de las personas.
Feliz verano
Qué alegría¡¡¡ También yo añoro GM 16. Ya nos contaremos.
EliminarGracias por tu comentario. Me alegra que te animes a participar.
Muchas gracias por tu blog, siempre me resulta interesante ver los temas desde perspectiva de arte, cultura y economía.
ResponderEliminarPersonalmente no me sorprende nada el tema de viaje a Australia, entre las personas que trabajan y pueden permitirse viajes costosos el principal problema es el tiempo, entre compromisos sociales quedan muy pocos días para disfrutar en aventuras lejanas...
Gracias Renata. Me alegra que te parezcan interesantes mis reflexiones sobre la economía y la sociedad española empleando el arte como herramienta.
EliminarEntiendo tu comentario sobre la falta de tiempo que impulsa a realizar viajes tan largos, pero me parecen auténticas aventuras recorrer miles de km en tan corto espacio de tiempo. Siempre me parece que se trata de viajes PARA ESTAR pero no PARA CONOCER. Será la edad?.
Me alegra tu participación!!!
Terminada a referendária semana que me retirou espirito para outras matérias , deixo que me leves até esse pequeno “pueblo” de Castellón, Vilafamés, onde descobriste um interessante museu de arte contemporânea (Macvac). Confesso, humildemente, que a arte contemporânea me toca muito pouco. A maior parte das vezes não consigo, ao contrário de ti, interpretá-la, não sou capaz de aderir à sua estética, enfim… Apesar disso, não deixei de me deliciar com a tua viagem pelos últimos sessenta anos da história económica, política e sociológica de Espanha, com particular incidência nos anos após adesão à C.E. São inequívocos os quadros que apresentas e inteligentes e objectivas as análises que fazes aos seus dados. Porém, de tudo que escreves, o que mais valorizo é a ligação que fazes entre os objectos artísticos e esses quadros. Pela minha parte, posto perante essas duas realidades, seria incapaz de as relacionar. Pelo menos, isso te devo!
ResponderEliminarPor ultimo, dizes a certa altura que “ Europa representó la puerta de una esperanza comum”, eu diria, porém, que, hoje, há “gente” empenhada em fazer o funeral a essa esperança
Gracias Montse por tu comentario. Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarAlgún día me tienes que comentar como llegas a conocer todos esos museos y sitios curiosos llenos de arte y arquitectura.
Por otra parte respecto al comentario me ha llamado la atención el cuadro de Genovés "Secuencia" y lo que dices. Estoy de acuerdo. La sepación entre los ciudadanos es cada día mayor. Y es lógoco. Con unas dinámicas económicas que hacen que unos sean cada día mas ricos y otros más pobres, como afirman los análisis de distribución de la riqueza, y sin un poder político, que está como está, que intente nivelar las desigualdades que se van produciendo, es normal que la separación sea cada día mayor. Y lo que es peor, muchos, cada día más, piensan que Europa no es la solución, sino el agravamiento del problema. Veremos que nos depara el futuro. Un beso.
Gracias Natxo.
EliminarNatxo. Me alegra que te parezca interesante mi descubrimiento de este pequeño museo. Ahora mis movimientos son limitados y disfruto con el placer de lo "cercano". En estas páginas iré plasmando mis descubrimientos...
EliminarPor cierto, me interesa la relación entre desigualdad y brecha política. Voy a trabajar esa línea.
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EliminarGracias Natxo.
EliminarHoy no tengo suerte. Quinto intento de respuesta...
ResponderEliminarBueno, parece que funciona... Mario Joao comparto tu temor ante quienes están empeñados en acabar con la esperanza de que todavía puede servir el proyecto europeo. Y, me alegra que contribuya a reducir tu distancia con el arte contemporáneo.
ResponderEliminarProfe, en primer lugar muchas gracias, de nuevo, por hacernos disfrutar del arte desde otro punto de vista y además, hacerlo tan interesante.
ResponderEliminarParece mentira que hayamos vuelto casi 30 años atrás, pero toda crisis es una oportunidad, y ahí tenemos que estar los jóvenes y no tan jóvenes para dar la vuelta a la situación y que dentro de 30 años los problemas sean otros, por lo menos que hayamos superado los actuales.
Me ha hecho mucha gracia el apunte del viaje, me he acordado de lo que nos decías en clase, que había que ser viajero y no turista, que era la única manera de aprender viajando.
Un abrazo fuerte.Nos vemos pronto.
Cuánto me alegra tu participación, Julián!!! Ha sido una suerte para mí tener alumnos como tú y me emociona el hecho de que recuerdes alguna de esas cosas que, lejos del marco estricto de la economía, solía decir en la clase. Los jóvenes como tú sois nuestro futuro. Gracias por participar. Soy consciente del valor de tu escaso tiempo.
EliminarTomo nota de este museo, del que no tenía conocimiento. me sorprende la facilidad (aunque supongo que lleva trabajo), asocias los temas a las obras de arte; yo sería incapaz.
ResponderEliminarYo también comparto tu pesimismo con el momento cultural actual, sobre todo de los más jóvenes
Es una alegría que aporte algún valor añadido mi blog. Te animo a visitar el museo; merece la pena. En relación a mi pesimismo a veces sospecho que la edad tiene algo que ver, pero tengo la impresión de que este país está perdiendo las oportunidades para convertirse en una nación más avanzada. En todo caso, seguramente por mi profesión, concedo a la educación un valor extraordinario. Por un lado, por lo que significa de superación para el ser humano. Y, por otro, por el componente social; solo la educación facilita una sociedad más meritocrática y, por ende, más justa.
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