domingo, 27 de septiembre de 2015

Arte y desarrollo rural


 

Desde hace casi cuarenta años, cada verano una decena de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid llega al pueblo segoviano de Ayllón para desarrollar una actividad artística relacionada con esa tierra. Se trata de jóvenes artistas seleccionados para formar parte de la denominada “Beca Ayllón”. Durante el mes de agosto los estudiantes, junto a un profesor de la Facultad, se instalan en el pueblo para desarrollar su proyecto individual enraizándolo en el sustrato humano y físico de esa comunidad. El ayuntamiento les facilita la residencia y un espacio común para trabajar. A lo largo de un mes,  los jóvenes artistas crean en un entorno de convivencia entre ellos y con los habitantes del pueblo. En el germen de esta beca hay nombres prestigiosos de la historia del arte en España, como Juan Genovés, quienes llegaron a este pueblo hace más de tres décadas buscando un marco propicio para la creación.
 
Los efectos derivados de este proyecto son múltiples. En las ya casi cuarenta ediciones (comenzó en 1979), muchos de los jóvenes que disfrutaron la beca han ido consolidándose como artistas reconocidos y buena parte de ellos siguen vinculados al pueblo. Por citar un ejemplo, Francisco Menéndez-Morán, reconocido pintor con una amplia trayectoria, durante años tuvo su estudio  en Ayllón y ha fijado su residencia en las inmediaciones. En su obra, merecedora de una reflexión individual, este artista ha sabido captar el alma de esta tierra. Además, la existencia de un pequeño museo de arte contemporáneo en el pueblo es una consecuencia directa del paso de los artistas por allí. Al finalizar cada residencia, los trabajos son presentados al público durante unas semanas en el bello marco de la iglesia de San Miguel ubicada en la plaza central. Tanto el Ayuntamiento como dos empresas locales y un particular financian sendos premios, pasando estas obras a formar parte de la colección del museo.


La convocatoria de este año, dirigida por el profesor Pablo de Arriba, director del departamento de escultura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense, becó a ocho jóvenes, cuatro pintores y cuatro escultores. Todos ellos coinciden en valorar la experiencia como muy enriquecedora. La residencia en el pueblo durante un mes y la convivencia con los otros becados, genera un ambiente adecuado para la creación individual toda vez que se facilita el intercambio de experiencias y conocimientos, ampliando así la frontera de la creación individual.  Para todos ellos la beca supone una oportunidad académica y un primer paso en el reconocimiento público de su trabajo. Además, el entorno natural, la belleza del paisaje, la fuerza de su luz y el hecho de dedicarse a su proyecto en una esfera de colaboración, tanto con la gente del pueblo, como entre ellos, genera un clima que bien pudiera calificarse como “contaminación creativa”. Compartir el espacio, físico y emocional,  permite el intercambio de experiencias y facilita un proceso de sinergias positivas que redunda en un enriquecimiento de la labor creativa.

Un ejemplo de este fluir positivo es la experiencia que me mostraban los escultores. La investigación con materiales no convencionales, extraídos directamente del espacio físico del pueblo, les llevó a converger en una línea creativa con zonas comunes. Mientras Sandra Val trabajaba en lo que ella denomina “Arqueología de lo hallado” buscando en los alrededores del pueblo elementos como huesos, restos vegetales, arcilla…, sus compañeros se sumaron a las excursiones y finalmente  sus trabajos, aunque muy diferentes entre sí, comparten elementos comunes.  Así, la pieza en alabastro de Karent Justiniano adopta la forma de los huesos de animales presentes en las obras de Sandra Val o los hombres  de Rigoberto Camacho incorporan elementos del universo de los pájaros o fibras de lino encontradas en las expediciones comunes por los alrededores del pueblo.
 
Sandra Val.
 
Karent Justiniano.
Rigoberto Camacho.
 
























 
Ayllón está situado en el nordeste de la provincia de Segovia. Según se deduce de los datos contenidos en el cuadro 1, se trata de un pueblo pequeño, con menos de 1.500 habitantes. Casi el 20 por 100 de su población es de origen extranjero; cifra muy superior a la media española (11 por 100). La mayor parte de los extranjeros residentes en el municipio tienen entre 16 y 64 años (73 por 100),  por lo que se trata de una población en edad de trabajar. Por su parte, en la población española el 27 por 100 tiene más de 65 años. Esta nota demográfica y el hecho de que exista esa inmigración de carácter laboral apunta a la existencia de una oferta de trabajo, centrada esencialmente en los servicios (hostelería, cuidado de mayores…). El legado medieval del pueblo, la riqueza arquitectónica y el patrimonio natural configuran los ejes de una actividad económica centrada en el turismo, esencialmente de fin de semana y dependiente de la demanda de Madrid.

Cuadro 1.- Población de Ayllón en el año 2014

 
TOTAL
HOMBRES
MUJERES
Españoles
1.097
570
527
Extranjeros
257
141
116
Total
1.354
711
643

Fuente: Padrón Municipal. Ine.


La estructura económica del municipio se sustenta en la agricultura y en los servicios. Según el directorio publicado por el ayuntamiento existen unas cincuenta empresas, la mayor parte integradas en las rúbricas de comercio y restauración. No sorprende, por lo tanto, el objetivo planteado por el concejal Alberto Navas, para quien es prioritario la necesidad de crear empleo. Según su opinión, es preciso dinamizar la actividad económica facilitando la creación de puestos de trabajo que ayuden a fijar población, esencialmente en los tramos más jóvenes. Conversamos acerca del impacto que para el pueblo tiene esta beca. En su opinión, la repercusión para el pueblo de esta experiencia artística es importante. La mayor parte de los ciudadanos ha ido interiorizando el arte en su convivencia con los artistas. Después de estos años, varias generaciones de vecinos han tenido una relación directa con los jóvenes becarios; algunos como modelos, otros como alumnos en los talleres de pintura infantiles y muchos tejiendo una sólida amistad.

Sin embargo la incidencia económica resulta más compleja de medir. Si por un lado el ayuntamiento valora en unos 6.000 euros el coste total de la beca, por otro no disponen de datos para evaluar el efecto arrastre. La presencia de creadores durante el verano podría convertirse en un aliciente para desarrollar un proyecto artístico de mayor calado, con capacidad suficiente para atraer un turismo especializado que ejercería un efecto impulsor del consumo. Ahora bien,  los proyectos artísticos tienen un mercado reducido, esencialmente en España; el arte contemporáneo no está en las prioridades de la mayoría de los turistas en nuestro país.
 
Existe un consenso acerca de la necesidad de dinamizar el mundo rural en España. El turismo intensivo de fin de semana apoyado en la gastronomía y el patrimonio arquitectónico tiene un recorrido limitado. Al igual que ciudades como Bilbao articularon un proyecto de desarrollo más vinculado al arte de hoy, las zonas rurales también podrían evaluar esas oportunidades. Un pueblo como Ayllón con una riqueza histórica y medioambiental indiscutible podría explotar el arte contemporáneo como su ventaja comparativa. El sustrato artístico existe; casi cuarenta ediciones de la beca lo atestiguan. Además, el pueblo cuenta con dos interesantes museos, el de arte contemporáneo (público) y otro de carácter privado centrado en el arte brut. Potenciar el museo público (ahora cerrado por problemas en sus instalaciones) y repensar la “Beca Ayllón” para que tuviera contenidos más amplios e incluso mayor proyección nacional o internacional, podrían ser pasos sustanciales para situar al pueblo entre los centros de referencia artística.

Según los datos recopilados en el Cuadro 2, no existe en España una oferta significativa de residencias para artistas en comparación con otros países europeos. De hecho, calculando una sencilla relación entre las residencias y la población total del país, nuestro país tiene uno de los valores más bajos; sólo Alemania, con una población que duplica a la española, tiene un coeficiente ligeramente inferior.

Cuadro 2.- Residencias y espacios para la creación artística en Europa.

PAÍS
Número
Población (millones)
Residencias/Habitantes
Alemania
25
81,7
0,31
Dinamarca
4
5,6
0,71
España
16
46,4
0,34
Estonia
4
1,3
3,07
Finlandia
13
5,4
2,41
Francia
30
66,3
0,45
Irlanda
9
4,6
1,96
Islandia
11
0,3
36,6
Portugal
4
10,4
0,38
Reino Unido
24
64,7
0,37
Suiza
5
8,2
0,61

Fuente: Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes.

Como siempre sucede con los datos no hay unanimidad en las fuentes. La red de artistas internacionales publica un listado con la oferta mundial de residencias adscritas a dicha asociación.  Para los países europeos aquí contemplados las cifras son mayores, pero las conclusiones no se ven alteradas, pues el caso español sigue figurando entre los de menor coeficiente; razón por la cual he optado por el dato oficial. Independientemente de la fuente empleada, en España la oferta de residencias para artistas se encuentra muy concentrada en Cataluña, Madrid y el País Vasco, no existiendo oferta alguna en comunidades como Castilla León en la que se encuentra el pueblo de Ayllón (únicamente en la red privada figura una residencia en un pequeño municipio de Burgos).
 
Cecilia Ruiz.
La vida camina más rápido que las estadísticas. Soy consciente de que existen centros no recogidos en las fuentes oficiales; de hecho en la próxima entrada me centraré en uno que acaba de abrir sus puertas en las proximidades de Ayllón. Ahora bien, la realidad es tozuda. El director del museo Thyssen de Madrid,  Don Guillermo Solana, decía en una entrevista: “el público español quiere ver lo que conoce y conoce muy poco”. El arte contemporáneo es fiel testigo de la época en la que se produce;  en el arte de hoy día hay mucho más que espectáculo o entretenimiento. Un proyecto de desarrollo local teniendo al arte contemporáneo como eje vertebrador podría tener viabilidad económica; seguramente en alguna de las facultades de empresariales o escuelas de negocios existan estudios de caso que ofrezcan una información más detallada. Y, si no existieran, sería un bonito ejercicio para los futuros economistas o técnicos de turismo. Un municipio como Ayllón, con la experiencia acumulada en las ediciones de la beca, podría plantearse una línea de modelo turístico diferenciador que complementando a la ya existente, facilitara la creación de un núcleo de actividades en torno al arte más actual. Las instituciones, especialmente las públicas, deben buscar nuevas ideas para potenciar la vitalidad de los núcleos rurales más allá de los modelos existentes, ya muy extendidos, basados en la explotación al máximo de los valores antropológicos y medievales.  En este punto recuerdo la frase de uno de mis mejores maestros: “las empresas o las instituciones con éxito tienen dos opciones: explotar la ventaja de hoy o explorar las del mañana”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

8 comentarios:

  1. Como siempre, un artículo muy interesante y enriquecedor. Estoy totalmente contigo en que el modelo Ayllón sea exportable para captar ese turismo rural y culto que está ansioso de ver algo más que mercadillos medievales.

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    1. Gracias Concha por tu intervención. Comparto tu opinión; es preciso formular modelos de turismo diferenciados y ahí el arte contemporáneo podría tener un papel destacado. Creo que la fórmula de mercadillos medievales, gastronomía y fiestas patronales está demasiado explotado. Además, el arte como motor de desarrollo ya funciona en otros lugares. ¿Por qué no aprender de ellos?.

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  2. este artículo como otros artículos suyos profundiza nuestro conocimiento y estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Concha Mayordomo. el arte y la literatura siempre está arraigada en nuestros pueblos. hay que explotar este hecho y el mundo se puede convertir en un aula donde los pueblos serían las sillas, los alumnos serían los pupitres y el arte sería el/la profe/a. gracias por escribir este artículo. saludos desde India.

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    1. ¡ Bienvenido a la comunidad de mis amigos lectores, profesor Kumar !
      Su participación es un regalo para mí. Además, su español es muy bueno; incluso su comentario está lleno de poesía.
      Muchas gracias por escribir para todos. Piense que es mi lector más lejano. Saludos desde Madrid.

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  3. Os teus textos têm, além da já conhecida qualidade literária e dum profundo conhecimento técnico, humano e artístico, uma outra virtude: levam-me, sempre, a reflectir um pouco sobre a temática versada. No caso presente, a questão do abandono dos espaços rurais, com o arrastar de multidões para as periferias suburbanas, tem sido objecto de multiplas abordagens que, como tu afirmas, nos permitem concluir que existe “consenso sobre a necessidade de dinamizar o mundo rural”. Nesse sentido, tu avanças uma ideia que tem como “eixo vertebrador” a arte contemporânea. Para a levar a cabo, fazes um apelo aos estudantes de económicas e aos técnicos de turismo, uteis com os seus estudos e conhecimento do terreno. Parece-me, contudo, que, neste ponto, nos falta alguém, ou alguma entidade, que assuma a concepção estratégica e a coordenação dinamizadora. Pois bem, aqui chegados, lanço-te, então, um repto: Quem melhor que tu para levar essa nau a bom porto?

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  4. Gracias por tus palabras, Mario João. El reto que me lanzas supera mi capacidad. Creo que, al menos en España y seguramente en Portugal, deben ser las jóvenes generaciones las que empujen a las instituciones, públicas y privadas, para abordar nuevos proyectos que sirvan para dinamizar el mundo rural.
    ! Me alegro que estés en forma de nuevo¡ . Ya te dije, el arte (incluso el contemporáneo) es una medicina excelente. Muito obrigada.

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  5. Una vez más muchas gracias Montse por tu artículo. Estoy de acuerdo en que esta experiencia enriquece a las personas que viven en Ayllón y es o debería ser exportable a otros lugares. Un fuerte abrazo

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    1. Gracias a vosotros por dedicarme vuestro tiempo. En mi opinión, la experiencia de Ayllón podría servir para generar un tipo de turismo diferente al modelo actual, más especializado y con mayor capacidad de arrastre sobre la economía local. No hay fórmulas predeterminadas; el éxito de un proyecto de desarrollo vertebrado sobre el arte contemporáneo exige un trabajo considerable. ¡ No hay costes cero!

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