Una colección privada para el disfrute
público
A la doctora M. Luisa Asensio, mi médico de atención primaria, quien siempre me prescribe volver a París como la mejor receta para superar mi particular travesía.
Muchas veces, cuando trabajaba en Somosaguas,
buscando la paz y el consuelo para el alma ante las tensiones que se desencadenan
en el mundo académico, me escapaba durante un buen rato a la Fundación AMYC
situada en una urbanización de Aravaca, en las afueras de Madrid. Allí, entre
las obras de arte que el empresario catalán Francisco Daurella ha instalado en una
casa espléndida, encontraba el sosiego para
volver a mis deberes con ánimos renovados.
Tiempo después, he retornado a ese lugar muchas veces buscando el consuelo que proporciona el arte. Es un lujo al alcance de todo el mundo. En 2009, este mecenas abrió su casa al público, compartiendo su magnífica colección de arte español y todo de manera gratuita. Casi nunca hay muchos visitantes y siempre me atienden como si me estuvieran esperando; su bienvenida es más que un gesto estrictamente formal. Me gusta la atmósfera; el silencio se convierte en acompañante del visitante. En todas las ocasiones me invade la sensación de que han abierto la casa para mi disfrute personal.
Samuel Salcedo. Fran Daurel 2010. |
Tiempo después, he retornado a ese lugar muchas veces buscando el consuelo que proporciona el arte. Es un lujo al alcance de todo el mundo. En 2009, este mecenas abrió su casa al público, compartiendo su magnífica colección de arte español y todo de manera gratuita. Casi nunca hay muchos visitantes y siempre me atienden como si me estuvieran esperando; su bienvenida es más que un gesto estrictamente formal. Me gusta la atmósfera; el silencio se convierte en acompañante del visitante. En todas las ocasiones me invade la sensación de que han abierto la casa para mi disfrute personal.
La colección es estupenda. Una buena parte de
la pintura española de finales del siglo XIX y comienzos del XX está bien
representada, especialmente la de artistas catalanes. La casa conserva aún
parte del mobiliario de lo que un día fue vivienda residencial. Así, al pasear
por las salas, deleitándome con las obras de arte tengo la impresión de
encontrarme en uno de esos pequeños museos privados de países anglosajones o
suizos, en los que este modelo de mecenazgo está más extendido.
Cada visita me descubre nuevos matices y me
sugiere reflexiones diferentes, muy en consonancia con el estado de mi alma. Me
gusta navegar sin brújula entre las obras de la colección, pero en mi visita de
hoy, con un ánimo más didáctico propongo tres itinerarios cargados de fuerza:
París, la lectura y la España del Lazarillo de Tormes.
Eliseo Meifrén. Vista de París.1900 |
Cada día es mayor el número de personas que
viajan de un país a otro por un período corto de tiempo y con una finalidad
diferente a la realización de un trabajo remunerado. De hecho, ésta es la
consideración de turista y con este planteamiento se elaboran las estadísticas.
Según los últimos datos publicados por la Organización Mundial del Turismo, en
2014 hubo casi 1.200 millones de turistas. Francia ocupó el primer país como
destino mundial (85 millones de turistas), seguido por Estados Unidos (70
millones) y España (61 millones). Si el cómputo se realiza por ciudades, tal como
se deriva del cuadro 1, París, con 15 millones de turistas el pasado año, fue la quinta ciudad más visitada por los turistas
del mundo.
Cuadro 1.- Las mayores ciudades receptoras de
turismo mundial.
Puesto
|
Ciudad
|
Turistas recibidos
(millones)
|
1
|
Hong Kong
|
26
|
2
|
Singapur
|
23
|
3
|
Bangkok
|
18
|
4
|
Londres
|
17
|
5
|
París
|
15
|
Fuente: Organización Mundial de Turismo (OMT)
La importancia de París como destino turístico
mundial no es nueva. La renovación urbanística emprendida por el barón
Haussmann a finales del siglo XIX y la adopción de las nuevas técnicas
constructivas utilizando los nuevos materiales (hormigón, hierro…) cuyo emblema
más representativo fue la construcción de la torre Eiffel en 1889, configuraron
una ciudad moderna en la que se dieron cita las innovaciones del momento
(electricidad, automóvil…). En ese clima de efervescencia económica se
desarrolló un sustrato artístico que, rompiendo con lo académico, apostaba por
un arte renovador. Los talleres, los cafés y la calle eran los espacios en los
que artistas llegados de todo el mundo configuraron un entorno creativo generador
de una vanguardia cosmopolita.
Hermenegildo Anglada Camarasa. Les grandes cocottes. 1910 |
A comienzos del siglo XX, París era una ciudad
vibrante y los artistas españoles no fueron ajenos a esa atracción. Deambular
entre las obras de la colección Amyc te hace sentir la importancia de aquel
destino. Si Anglada Camarasa nos ofrece la vida de los cafés y de las
prostitutas elegantes (cocottes), Capmany nos lleva hasta el barrio de Montmatre,
donde estaba, entre otros, el taller de Picasso.
Las obras de Rusiñol, de Eliseo Meifrén, o de Utrillo nos permiten pasear, desde la imaginación, por esos lugares tan emblemáticos de París como las orillas del Sena o los Campos Elíseos. Incluso podemos llegar a sentirnos deambulando por el mercado callejero de la rue de Chevreuse que nos ofrece la obra de Emili Grau i Sala.
Aquí me permito disentir, aunque sólo ligeramente, de la poetisa norteamericana de finales del Siglo XIX, Emily Dickinson, quien decía: “no existe mejor fragata que un libro para llevarnos a tierras lejanas”. Para mí, ahora que no puedo viajar, todos estos cuadros son el vehículo que me conducen hasta esa ciudad que tanto amo.
Ramón de Capmany. La rue Lepique. París. 1920 |
Las obras de Rusiñol, de Eliseo Meifrén, o de Utrillo nos permiten pasear, desde la imaginación, por esos lugares tan emblemáticos de París como las orillas del Sena o los Campos Elíseos. Incluso podemos llegar a sentirnos deambulando por el mercado callejero de la rue de Chevreuse que nos ofrece la obra de Emili Grau i Sala.
Emili Grau i Sala. Rue de Chevreuse.1965 |
Aquí me permito disentir, aunque sólo ligeramente, de la poetisa norteamericana de finales del Siglo XIX, Emily Dickinson, quien decía: “no existe mejor fragata que un libro para llevarnos a tierras lejanas”. Para mí, ahora que no puedo viajar, todos estos cuadros son el vehículo que me conducen hasta esa ciudad que tanto amo.
Pere Pruna. Danseur des ballets Diaghilev. 1926 |
El París vibrante de los ballets de Diaghilev nos lo
evoca el bailarín de Pere Pruna. Debemos tener presente que el empresario ruso Diaghilev
creó la compañía de ballet en 1909 con los integrantes del Teatro Mariinsky de
San Petersburgo, convirtiéndose en un renovador de la danza en Europa. La
fuerza de estos ballets residía no solo en la calidad técnica de sus
bailarines, como los famosos Nijinsky o Anna Pávlova, sino en la integración del arte en las
producciones. Músicos de la talla de Claude Debussy o Igor Stranvinsky colaboraron con la compañía.
Y, los decorados, antes elementos secundarios, comenzaron a ser centrales al
igual que el vestuario, configurando una escenografía realizada por artistas
tan representativos como Picasso, Matisse o Jose María Sert, por citar algunos
nombres relevantes.
Abandono la ensoñación de París y me concentro
en la representación de la lectura en las obras de la colección. En la España
de finales del siglo XIX, casi tres cuartas partes de la población no sabía
leer ni escribir. De hecho, ya comenzado el siglo XX todavía la mitad de los
españoles era analfabeta.
Acaso por eso me parece conmovedor el dibujo del genial Isidre Nonell pintado en 1897, con esa mujer sentada en un parque mientras, muy concentrada, lee las noticias del periódico; entorno que comparte la dama de Antoni Utrillo que, aunque leyendo la prensa, deja traslucir la pertenencia a una clase social más elevada.
Un dato interesante en relación con las obras en las que se representan escenas de lectura es que todas están protagonizadas por mujeres. Así, mientras las mujeres citadas, aparentemente de origen social distinto, se concentran en la lectura de los periódicos, las jóvenes de Francesc Miralles o Román Ribera nos ilustran sobre la importancia del libro para el ocio y entretenimiento de las jóvenes burguesas. Por el contrario, la monja de Modest Teixidor que pasea por el convento en medio de un estallido primaveral, ensimismada en su libro, seguramente de oraciones, nos remite al papel de la lectura como herramienta espiritual.
Isidre Nonell. Mujer leyendo un periódico en un parque. 1897 |
Acaso por eso me parece conmovedor el dibujo del genial Isidre Nonell pintado en 1897, con esa mujer sentada en un parque mientras, muy concentrada, lee las noticias del periódico; entorno que comparte la dama de Antoni Utrillo que, aunque leyendo la prensa, deja traslucir la pertenencia a una clase social más elevada.
Antoni Utrillo. Dama leyendo el periódico. 1900 |
Un dato interesante en relación con las obras en las que se representan escenas de lectura es que todas están protagonizadas por mujeres. Así, mientras las mujeres citadas, aparentemente de origen social distinto, se concentran en la lectura de los periódicos, las jóvenes de Francesc Miralles o Román Ribera nos ilustran sobre la importancia del libro para el ocio y entretenimiento de las jóvenes burguesas. Por el contrario, la monja de Modest Teixidor que pasea por el convento en medio de un estallido primaveral, ensimismada en su libro, seguramente de oraciones, nos remite al papel de la lectura como herramienta espiritual.
F. Miralles. Tres jóvenes en el interior. 1898. |
Modest Teixidor. La lectura. 1910 |
Los libros te hacen libre, se afirmaba en una
frase publicitaria de hace algunos años. La lectura además de permitirte el
acceso a la información y por extensión a la reflexión, te entretiene y te hace
soñar, incluso como sostenía Emily Dickinson, te convierte en viajero desde tu
sillón. Ante tantas ventajas y después de lo que las generaciones pretéritas
lucharon por la extensión de la escolarización, los españoles de hoy, en su
tiempo libre, tienen una marcada preferencia por la televisión frente a la
lectura. Por lo tanto, no puede sorprendernos que el adoctrinamiento se nos
haga con este medio que, dicho sea de paso, no suministra los mejores ejemplos
de cultura del esfuerzo y de meritocracia.
Cuadro 2.- Empleo del tiempo libre de los
españoles. Datos Junio 2015.
ACTIVIDAD
|
PREFERENCIAS DE LOS
ESPAÑOLES (en %)
|
Ir a dar una vuelta o pasear
|
71,3
|
Ver la televisión
|
70,0
|
Lectura (libros, revistas, cómics…)
|
47,5
|
Escuchar música
|
46,6
|
Navegar por internet
|
42,6
|
Fuente: barómetro de junio 2015 del CIS.
Josep Maria Sert. El ciego y el Lazarillo 1932. |
Sin poder remediarlo, al llegar al cuadro de
Josep María Sert, el ciego y el Lazarillo de 1932, estaba imbuida de cierto
pesimismo social. Ante el precipicio que se abre, la desconfianza del ciego,
plasmada en ese dedo extendido que busca seguridad, la sonrisa de Lázaro, con
el plato en su mano izquierda donde guarda las limosnas, está anticipando el
placer de su venganza. Un pícaro, como representante de los marginados, se
convierte en la famosa novela El Lazarillo de Tormes, en un servidor de muchos
amos que le permite fraguar un retrato social de hondo calado de esa España en
decadencia. La falta de escrúpulos morales, la astucia para ganarse la vida en
los márgenes de la ley, la venganza, el peso de la apariencia o el quebranto de
la reglas del juego implícitas en la novela me resultaron tan actuales hoy en
nuestra sociedad que, abandonando el museo, me convencí de que era mejor
sumarme a la mayoría y ver la televisión.
Sigue escribiendo y olvida la televisión. ¡¡Me encantan tus escritos!!
ResponderEliminarGracias Lola. Me alegra mucho que te parezcan interesantes mis entradas. Seguiré en la brecha...
EliminarAbsolutamente maravilloso. Por favor no te sumes a la mayoría y nos prives de ese conocimiento que indudablemente solo proporciona la lectura. Un abrazo. Cristina Álvarez Escolá
ResponderEliminar¡Cuánto me alegra su comentario! Gracias. Déjeme recordarle que tuvo un papel fundamental en esta aventura. Siempre agradeceré el reto que me planteó en aquella consulta.Y, además, me sigue. ¡ Luego dicen que los médicos no se ocupan de sus pacientes !
EliminarQué artículo más bonito. Un abrazo Montse. Javier Liébana.
ResponderEliminar¡Bienvenido Javier! Muchas gracias. Espero escribir pronto sobre tu obra. ¿Para cuándo tu próxima exposición?.
EliminarMe encanta tu artículo y saber que existe este museo para mí sin descubrir.
ResponderEliminarMuchas gracias Jesusa por tu comentario. Te animo a visitar ese museo. No te defraudará. ¡ Es un lujo a coste cero !
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEfectivamente la colección de pintura catalana es muy buena. Quizás habría que plantearse la cuestión del mecenazgo en según que casos.
ResponderEliminarHasta el próximo artículo
Gracias Aurora. Conocí este lugar por ti y desde entonces he ido frecuentemente. Y, sí, en este país habría que pensar seriamente sobre el mecenazgo. Aunque discrepemos en nuestros puntos de vista, tenemos que hacer algún tipo de estudio sobre estas cuestiones. ¡Nuevo reto!
EliminarDe há uma trintena de anos para cá , visito Madrid com uma certa irregularidade, ontem por obrigação profissional, hoje por afecto familiar. Curiosamente, tive sempre como pouso a zona de Aravaca, mas nem por isso tinha ouvido falar da "Fundacion AMYC! Ignorância que me desculpo. Com esta nova entrada fico a dever-te mais uma palpitante lição e não me perdoarei se na minha próxima ida a Madrid não for visitar, acompanhado deste precioso texto, esta "casa"
ResponderEliminarMario João muchas gracias. En uno de tus viajes a Madrid puedes pasar a visitar la Fundación AMYC. Estoy segura que te va a interesar.
EliminarObrigada por tu participaçao (perdón por mi portugués).
Celebro que sigas ilustrándonos con estas interesantes reflexiones y concatenaciones entre la obra artística y el pensamiento del autor y/o la realidad socio-económica, Ello nos ayuda a sabernos posicionar mejor ante cualquier obra en cualquier museo. Gracias
ResponderEliminarMario, gracias por dedicarme tu tiempo. ¡ viva la amistad !
EliminarMontse, qué sitio tan interesante por descubrir y qué artículo tan bonito e ilustrativo. Creo que tendré que ir con urgencia a Aravaca. Un abrazo bien grande.
ResponderEliminarConcha, no te va a defraudar. Te propongo visitar el museo juntas. Hay varios itinerarios más que te van a interesar.
EliminarGracias, como siempre.
Montse, fabuloso artículo sobre este museo que desconocía, un atractivo lugar que ya estoy deseando visitar.
ResponderEliminarGracias por hacernos descubrir una colección tan interesante.
Paloma
Gracias a ti, Paloma. En tu etapa parisina disfruta esa ciudad por mí.
EliminarInteresantísima la indagación que haces ...
ResponderEliminarEstoy expectante sobre quién será el próximo artículo!
Una vez más, gracias Carolina. Me alegra saber que encuentras de interés el contenido de esta entrada.
ResponderEliminarMe encanta tu artículo y aunque ya nos habías hablado de este museo, que desconocía, siempre es un placer leerte. Y sí, tenemos que ir a visitar este lugar.
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