El pueblo español tiene un camino
que conduce a una estrella
La mayoría de los visitantes del museo Reina
Sofía, ávidos por entrar cuanto antes para disfrutar las obras allí contenidas,
no dedicamos ni dos minutos a contemplar la escultura situada enfrente de la
puerta del edificio Sabatini. Ella, casi
ignorada y deteriorándose día a día, encierra un momento muy significativo de
la historia de España: la Guerra Civil.
Se trata de una réplica de la obra de Alberto Sánchez (1895-1962)
titulada: El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella.
El gobierno de la República, a pesar de la
situación de guerra, decidió participar en la Exposición Internacional de París
de 1937. Con el objetivo de buscar apoyo internacional y de mostrar al mundo su
política de modernización del país encargó el pabellón a los arquitectos Luis
Lacasa y Josep Lluís Sert. El edificio de arquitectura racionalista se
distribuía en torno a un gran patio y contenía un puñado de obras de alto valor
artístico. Entre las más famosas estaba el Guernica de Pablo Picasso, el
segador catalán con hoz de Joan Miró, la Montserrat de Julio González o la
escultura que da título a este recorrido.
La obra
exhibida en París de Alberto Sánchez tenía 12 metros de altura y fue realizada
en cemento y alquitrán; el original se perdió. Tanto la réplica de la entrada
como la maqueta nos permiten admirar todo su potencial. La lucha por la vida
parece tener sentido en esa forma de cactus en la que se incrustan los surcos
de la tierra labrada. En su elevación hacia el cielo se transmite el empeño de
resistir y sobrevivir a pesar de las adversas circunstancias. La verticalidad
coronada por la estrella insufla la esperanza de un mañana mejor que compensará
la lucha de hoy. A la belleza y a la
fuerza de esta pieza viene a sumarse la capacidad interpretativa del
título. En mi opinión, el autor hizo
toda una declaración de principios que, aunque integrado en su compromiso
político de militancia comunista, sigue teniendo validez universal. Los
esfuerzos de cualquier sociedad adquieren sentido cuando son el preámbulo de un
futuro más prometedor.
Todos los artistas que colaboraron con el
gobierno republicano de España eran españoles, salvo el norteamericano
Alexander Calder (1898-1976) que participó con la obra La fuente de mercurio. No puede olvidarse que el deseo del ejecutivo
era mostrar al mundo su actuación política exhibiendo los logros en materia
social, especialmente la reducción del analfabetismo y la mejora en las
condiciones de vida. Por ello, desde una consideración económica, la obra de A.
Calder adquiere una importancia sustancial. El mercurio brotaba del centro del
estanque y circulaba a través de las bandejas metálicas al tiempo que sus
piezas móviles estaban coronadas por la palabra Almadén. Se trata de una
alusión directa a los yacimientos de cinabrio y al complejo industrial para la
obtención del mercurio existente en el municipio del mismo nombre en la
provincia de Ciudad Real.
Las minas de Almadén eran explotadas desde la
época romana. A lo largo de la historia se habían convertido en moneda de
cambio para asegurar los capitales que necesitaba la Corona Española,
experimentando su propiedad y explotación los vaivenes de las arcas públicas. Así,
la presencia del capital extranjero fue una seña de identidad; los banqueros de
Carlos V, los Fugger, en el Siglo XVI o la familia Rothschild en el Siglo XIX
fueron algunos de los nombres extranjeros ligados al monopolio de este
importante recurso.
Su importancia radicaba en la multiplicidad de usos del
cinabrio, desde la obtención de plata en las tierras de América, hasta su
empleo en la industria militar, básicamente en la fabricación de explosivos. A
finales de los treinta la demanda del producto estaba subiendo y España poseía
casi el monopolio de la producción, por ello, no es casual la elección de la
obra exhibida en la Exposición Internacional. Se trataba de aprovechar el gran
escaparate para mostrar al mundo el control de un mineral de importancia
estratégica y sobre el que el Estado había recuperado los derechos de
comercialización. La pieza adquirió tanto éxito entre los visitantes que, como
cuenta Alexander Calder en sus memorias, un periodista norteamericano le
denominó “Calderón de la Fuente”.
Resulta imprescindible tener presente el
contexto previo de graves tensiones políticas y conflictividad social existente
en la España los años anteriores a la guerra. La crisis de 1929 que tanto había
afectado a las economías más avanzadas, terminó impactando en las variables
económicas españolas. Por un lado, las exportaciones se frenaron y el capital
extranjero, ante la incertidumbre que supuso el cambio de régimen del año 1931
dejó de invertir, llegando a producirse desinversiones importantes. Por otro,
en el entorno interno el aumento del desempleo, agravado por la crisis de la
minería asturiana, el descenso de la producción siderometalúrgica y la crisis
de la construcción, venía a sumarse a la situación de subempleo agrario
derivando todo ello en un creciente enfrentamiento social. La frustración de las
expectativas despertadas por la llegada del gobierno republicano, los
conflictos y las luchas políticas no ayudaron a resolver los graves problemas
internos.
Asimismo, los tres años de enfrentamientos, con
dos gobiernos funcionando en paralelo y ocupados en financiar la guerra, relegaron
al olvido las actividades inversoras capaces de dinamizar la economía. Por
ello, la guerra civil que vivió España significó un trauma, no sólo humano sino
económico. Las pérdidas en el capital humano, tanto por las muertes como por el
exilio, fueron muy elevadas; especialmente significativa fue la salida de
personas de mayor nivel de formación. Además, la destrucción de las infraestructuras y la
consiguiente reducción de capital físico, agravada por la huida masiva de
inversores extranjeros a lo largo de la década de los treinta, profundizaron la
descapitalización de la economía. Todo ello supuso una caída brutal en las
producciones agrarias e industriales.
El resultado de ese colapso económico fue el
aumento de la distancia con los países europeos más avanzados a los que el crecimiento de las décadas
pasadas nos estaba aproximando. La renta media por habitante se desplomó. El
aislamiento posterior a la guerra y la profunda depresión económica condujeron
al desenganche del progreso, tanto económico como social, de la corriente
modernizadora de las sociedades más desarrolladas. España queda aislada de las
recuperaciones experimentadas por los países europeos, especialmente la que
tuvo lugar después de la Segunda Guerra Mundial a través del Plan Marshall. El desplome
económico fue de tal magnitud que la economía tardó más de veinte años en
recuperarse, pero el trauma, tanto humano como social, se dejó sentir durante varias generaciones.
Por eso, aunque el Guernica está
considerado como la imagen de la devastación de la guerra civil y ha llegado a
convertirse en icono universal de denuncia de la barbarie causada por cualquier
guerra, considero que Mujer llorando de Pablo Picasso, con esas lágrimas
amargas que arrasan sus ojos y la
angustia con la que muerde el pañuelo, constituye una imagen indiscutible del
dolor, del desgarro y de la muerte; hilos de un velo que cubrió a la sociedad
española durante tanto tiempo ¡
Interesante contextualización. Así es mucho más fácil entender y disfrutar el arte. Sigue, Montse, enseñándonos y deleitando. Gracias
ResponderEliminarGracias a ti Mario. Tus palabras son un estímulo para continuar.
EliminarMuchas gracias por descubrirme la escultura que está frente a la puerta .. la próxima vez desde luego que ya no olvido el dato.
EliminarGracias Carolina. Me alegra poder aportarte algo nuevo a ti que conoces el Reina Sofía tan a fondo.
EliminarVeo que no sale mi comentario. Yo no sé qué hago, pero siempre me pasa igual. Te decía que me había encantado tu explicación, incluso estaba pensando en hacérsela leer a mis alumnos.
ResponderEliminarMe gusta mucho el Guernica y la verdad es que Mujer llorando, podría formar parte de él.
La verdad es que serían unos años horribles, pero siempre me gustó esa exposición: el pabellón español (lo he visto en maqueta), la escultura me encanta, su forma, su nombre "el pueblo español tiene un camino que le conduce a una estrella"... tan optimista, a pesar de todo, los españoles tenían un camino que les conducía al cielo, no como ahora... donde el pesimismo invade a la población.
Bueno, voy a ver si este mensaje llega. Un besote.
Tu mensaje ha llegado. Gracias, Dori. Si finalmente lo leen tus alumnos, será interesante conocer su respuesta.
EliminarYo creo que el título de Alberto Sánchez para esta obra es magnífico y contenía toda una declaración de principios. Tal vez´, en la actualidad, estamos necesitados de un proyecto con fuerza suficiente para comprometer a la sociedad en la búsqueda de un mañana más luminoso.
Olá Montse
ResponderEliminarSou passageiro de primeira viagem nesta coisa dos blogs. Sou leitor, isso sim, de uns quantos mas, por razões que não vêm à conta, nunca “concedi o favor” (ler com tom irónico) do meu comentário a qualquer texto, ou será “post”? Ignoro a sua gramática e receio bem que o destino deste inicial comentário seja o éter.
E aqui temos mais um belo texto, aliás como os anteriores, sobre a guerra civil espanhola e três artistas seus contemporâneos. Nunca tinha ouvido falar de Alberto Sanchez e, certamente, na próxima vez que for ao Reina Sofia não me esquecerei que
“el pueblo español tiene un caminho que conduce a una estrella”.
Devo muito pouco ao “engenho e à arte” e, por isso, recorro, bastantes vezes, às vozes dos que os têm de sobra. Por isso, para terminar, deixo aqui, se me permites, um poema de um enorme poeta português – Eugénio de Andrade ( Jan1923 – Jun2005) - sobre Guernica
M. J.
UM NOME - Eugénio de Andrade
Di-lo-ei pela cor dos teus olhos,
pela luz
onde me deito;
di-lo-ei pelo ódio, pelo amor
com que toquei as pedras nuas,
por uns passos verdes de ternura,
pelas adelfas,
quando as adelfas nestas ruas
podem saber a morte;
pelo mar
azul,
azul-cantábrico, azul-bilbau,
quando amanhece;
di-lo-ei pelo sangue
violado
e limpo e inocente;
por uma árvore,
uma só árvore, di-lo-ei:
Guernica!
Gracias por tus palabras y por la belleza de ese poema de Eugénio de Andrade. Cuánto me alegra tu participación¡¡¡ Muito obrigada.
EliminarUna vez mas, gracias Montes. Me ha resultado muy interesante tu lección del arte que acompaño a una época terrible de la historia de este país.
ResponderEliminarQuiero destacar una de tus frases que se ha quedado especialmente conmigo: Los esfuerzos de cualquier sociedad adquieren sentido cuando son el preámbulo de un futuro mas prometedor. Un fuerte abrazo Angel Velasco
Vuestro comentario es un impulso para continuar con esta aventura. Muchas gracias. Y, cuento con vosotros¡¡¡
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn placer leer cada una de las entradas del blog, me parecen muy interesantes todas las reflexiones que haces y creo que deberías estar muy orgullosa, ya que tanto en tu etapa de docente, como ahora de bloguera, tienes la capacidad de despertar en los economistas poco interesados en el arte, como puede ser mi caso, la pasión por él, y hacernos ver como un cuadro o una escultura, no es más que el reflejo de la situación económica y social de un país en un momento determinado.
ResponderEliminarMuchas gracias por acercarnos el arte de esta manera y como tú siempre decías en las últimas clases: “quiero que me recordéis, bien o mal, pero que me recordéis”, yo te recuerdo y además tengo muy buen recuerdo, recuerdo a una profesora distinta que nos hacía trabajar día a día, que nos hacía exponer y además, evaluarnos entre nosotros, y lo mejor de todo, que nos llevaba de excursión a los museos para que además de sabes de economía, supiéramos de arte y lo disfrutáramos desde otro punto de vista.
Mucho ánimo en esta nueva etapa, y gracias de nuevo por seguir enseñándonos.
Qué regalo¡¡¡ El recuerdo de un alumno de hace tantos años, cuando me atreví a incluir el arte en las clases. Muchas gracias Julián. Al leer tu comentario tan cariñoso he vuelto a verte junto a Isidro, Álvaro y Manuel (mis queridos Chunguitos) con vuestras risas cuando planteaba cómo sería el curso. Tanto tiempo después es un lujo saber que aún os queda algún recuerdo de aquella profesora que planteaba cosas tan extrañas en una facultad de Empresariales. La mejor recompensa para un trabajo con tan poca valoración social. Gracias, otra vez.
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